sábado, octubre 25, 2008

Una semana infernosa.... bueno un poquito más



La semana pasada me tocó ir a México... por fin!! Y lo que pintaba ser un viaje de maravilla, poco a poco se convirtió en una calamidad. Para empezar, llegando al hotel, me doy cuenta que había olvidado el sensor que YO tenía que llevar. Sólo tenía que cuidar dos cosas y una de ellas era el sensor. So... obviamente, estaba cortanto clavo porque sabía que me iba a ir retebonito con mi jefecito. Pero pues después de que Eloy le contó mi graciosada y no reacción taaaaaan mal... me aliviané un poco, así que me puse a chambear y todo estuvo bien. Me gustó mucho trabajar en campo.

Todos los días terminaba exhausta, eran jornadas larguísimas y de mucho esfuerzo físico, además aguantar el pinche calor y la humedad que estaba al cien y algunos transformadores a temperaturas de 80°C. Un poco asfiziante, pero muy interesante. Así que a pesar que de después del trabajo lo único que quería hacer era dormir, se sentía muy bien despertar al día siguiente. Eso aunado que por fin encontré el placer de manejar un carro que arranca en segundos y ni se siente cuando le metes la pata... quiero un chargerrrrrrrrrrrr. Bueno, anyways..


Así transcurrió la semana, hasta que llegó el sábado, el MAL-DI-TO sábado... Si había comenzado mal la semana en lunes, terminaba peor el sábado. Hice una graciosadota del tamaño del mundo, hasta el punto que dije, de esta sí me corren. En parte por desconocimiento, en parte por desesperada. Pero güeno... a apechugar, así que ni modos. El sábado en la tarde fuimos a mi casa y vi a mi familia. Eso estuvo muy chido, además que pude ver a gran parte de mi familia y platicar un poquito con todos.

El lunes de regreso a la planta a terminar el trabajo. Y el miércoles ya regresar a los iunaites. Aquí es donde NO PINCHES MAMES, estuve a punto de las lágrimas y desesperación... Dios es grande, porque creo que no me salieron piedras en la vesícula, pero cerquita de eso estuve. Todo comenzó muy bonitamente, el miércoles por la mañana, que me tuve que levantar súper temprano para ir al aeropuerto, documentar y bla bla bla...

Después llegar al DF y esperar horas y horas la conexión, pero pues no fue taaaaan aburrido, así que estuvo regularsón. De la nada, sale que mi avión tiene conexión en Cancún -gracias Eloy, mmmm- y pues ya bajar en Cancún como media hora y volver a subir al mismo avión.
Hasta eso no estuvo mal, película dominguera, viaje no tan tardado, comida mala, pero comestible y como a las 10:30 ya andaba en el JFK. Pasar a la aduana... no hay casi gente, en 15 min ya estaba del otro lado y he aquí donde empieza el verdadero calvario... Traía como 20 dólares entre centavitos y billetes, así que OBVIAMENTE necesitaba dinero para irme a la casa, de menos 100 dólares, porque pensaba tomar un taxi a Penn station. Así que como toda persona normal, me voy al cajero para sacar la lana y tómala, que me rechazan la tarjeta. Pero obviamente uno piensa que es el cajero el que anda de mamón... así que lo intento de nuevo y lo mismo, de nuevo y lo mismo y así como 4 veces más. Bueno.. ya, es momento de mudarme a otro cajero. Y tómala, igual, tarjeta rechazada.

En este momento ya empieza a adueñarse de mí un poquito de desesperación, pero bueno, puede suceder cualquier cosa, qué tal si los dos cajeros estaban loqueado, así que a buscar uno más. En el segundo piso está y me dirijo a él con paso confiado de que éste no se iba a poner sus moños y me daría lo que pedía, pero... NO PINCHES MAMES, de nuez... no me dio ni un centavo, tarjeta rechazada.
Ya era inminente el sentimiento de desesperación y ya a punto de las lágrimas le llamo a Eloy, que estaba en México y pos me da unos teléfonos para llamar al banco y pos marco y la cochina operadora diciendo que atendían hasta las 10 de la noche... para este momento casi las 11 y media.

Después de miles de teléfonos después, por fin me contestaron... me dejaron en espera como 300 mil horas, me pasaron con 200 mil monas diferentes, para a lo último salir con la mamada de que mi tarjeta estaba cerrada, porque como era temporal, ya se suponía que me había llegado la tarjeta tarjeta y que nada podía hacer, sólo esperar al día siguiente para ir a un banco. O sea... casi la 1 de la mañana, en el JFK, sin lugar donde dormir, sin cenar, sin dinero, y con maleta, lap, bolsa y demás tiliches... a unas 2 horas de mi casa, y cómo no... claro que sí, al día siguiente tenía que ir a trabajar. 20 dólares en la bolsa y 420 pesos mexicanos.. pos no me servían para maldita la cosa. La opción quedarme en NY y esperar al día siguiente que abrieran las casas de cambio para sacar unos cuantos dolaritos y poder irme a casa o al trabajo, como sea que estuviera la cosa. Quedarse en el aeropuerto era la opción, pero me daba miedito de que en un descuido se llevaran hasta mis chones. Así que Eloy me reservó un hotel cercano, esperé y esperé al shuttle un ratón en un frío de no pinches mames, y por fin llegué al hotel, donde me salieron con la graciosada que tenía que pagar la habitación en efectivo o con una tarjeta de crédito y que no podían aceptar que eloy la pagara, porque tenía que estar físicamente en el hotel para ello. O sea, no manchen, el punto de la reservación es que no tenía ni un céntimo para pagar la habitación. Bueno, después de hablar con el manager, le pidió, aceptó que eloy le tomara fotos a su tarjeta, hiciera una pequeña carta y la enviara y así por fin me dieron habitación. Para esto... ya eran las dos de la mañana, pero pues ni pedo, es mejor dormir 4 horitas que pasar en vela toda la noche.

Al día siguiente a pararse temprano para tomar de nuevo el shuttle al aeropuerto, cambiar los pesos y tomar otro shuttle a Newark y de ahí el tren para Princenton Junction, y de ahí un taxi a PAC. Pero ahí no termina la desgracia, para empezar por 420 pesos me dan menos de 24 dólares, o sea, no mames, bien devaluado el pinche peso. Voy a la ventanilla del shuttle y pido mi boleto, pero para pagar me doy cuenta que entre todas las vueltas de la noche anterior había perdido mi otra cartera donde tenía 8 dólares que me iba a hacer el paro y que sin esos 8 dólares no me iba a alcanzar para hacer todo el viaje. Así que cancelo el shuttle y compro un boleto para un bus que me llevaría a Penn Station por 15 dólares, pos ni pedo. Se tarda chorrocientos horas el camión y llega a una parada... hay que aclarar que el mono que manejaba era asiático, así que no sé si yo me confundí o él me confundió, el chiste es que nos bajó y cuando pregunté qué onda, estaba como a 7 cuadras de Penn Station, qué me quedaba, pos caminar en un frío del carajo, que calaba los huesos y además con una maletota arrastrando. Me equivoqué dos veces de estación y tuve que bajar y subir escaleras, cuando por fin llegué a mi destino, tomé el tren, ni me dormí bien y me bajé en Princeton Juction, donde le tuve que hablar a mi jefecito para que me fuera a buscar, porque OBVIAMENTE, no me alcanzaba para el taxi. Y he ahí mi patoaventura... lo más gracioso, llego a la casa ya en la tarde y me doy cuenta que efectivamente, no me había llegado mi tarjeta y me habían cancelado la otra por pura tontera de los de bank of america, a los que ahora odio, como tanto amé el día que abrí mi cuenta y me dieron 35 dólares por ello.

Bueno... ese día lo único que me quedó fue sufrir en silencio, cenar algo rápidamente y para las 9 de la noche ya estaba en la cama, porque estaba en estado zombi. No más viajes al JFK, por favor!! Zasssssss

domingo, octubre 12, 2008

Waiting

Quesque el JFK

Al parecer me tome demasiadas precauciones en mi primer viaje a Mexico desde el JFK, porque ahora estoy a tres horas de que salga mi avion, con el equipaje ya documentado y con todo listo para viajar... Diantres! Hubiese podido dormir un poquito mas de haber sabido que iba a ser facil la ida en taxi-tren-airtrain-shuttle para llegar al aeropuerto.
Tres horas... largas que se me hace mucho mas largas porque no hay mucho que ver en la sala de espera. Ni modos, para la otra hare bien mis cuentas. Chale...
Y para colmo en las teles futbol americano, eheheheheheh -expresion sarcastica-.


sábado, octubre 11, 2008

South Carolina y Cincinnati

La semana pasada por fin fui a mi primera prueba, en una planta nuclear en Seneca, SC. El trabajo padre, iniciándome en el mundo de las pruebas. El viaje pesadón, fueron 15 horas, pero entretenido y lo mejor de todo, por primera vez manejé una van, por primera vez manejé de hecho sola y por primera vez manejé sola en los iunaites, porque tuvimos que rentar un carro para movernos y así poder dejar la van en la empresa. Nos volvimos a quedar en Clemson y esta vez no me resistí a tener mi taza de Go Tigerrrrrrrrrrsssss... y obvio mi llaverito de la garrita.

Lago Keowee, en Seneca, SC, muy cerca de la planta nuclear donde chambeamos
De ahí supuestamente tendría que regresar a PA, pero salió un trabajo en Cincinnati y pues otro viajecito de 9 horas o más. Llegamos como a las tres de la mañana a un pueblo de Kentucky y ahí dormimos y después al día siguiente, iniciamos de nuevo el viaje a Georgetown, OH, como a 1 hora de Cincinnati, pero tardamos un poco más porque nos equivocamos de camino. Dios bendiga al GPS, te saca de cualquier apuro.


Quesque así se ve Cincinnati de noche

El trabajo en ese lugar fue con otra técnica, inspección a tuberías, enterradas y lloviendo, así que no fue lo más limpio que pudiera decir, pero estuvo bien bien, aprendí cómo se hace para evaluar las tuberías sin tener que parar el tráfico y levantar carreteras. Wooaaaaaa
De ahí, terminamos tardezón y al día siguiente también teníamos que hacer algo parecido pero en otro pueblo, así que había que buscar hotel para dormir esa noche y he ahí el descubrimiento del año. Hay una página que es como que apuestas por un hotel y dices cuánto das y el hotel acepta o rechaza tu precio. Es por eso que pudimos descansar en un Hyatt en el centro de Cincinnati, por la hermosa cantidad de 60 dólares....woaooooooo, dios bendiga a esta página también! Lastima que andábamos cansadones y no pudimos dar una vuelta por Cinncinati, aunque la vista del hotel era muy padre, se veían los edificios y el centro de la ciudad. Al día siguiente otro trabajo de lo mismo y el regreso a pennsilvania, otras 12 horitas en carretera, pero también me pude echar mi manejadita por una zona montañosa, así que puras curvas y pasar por 3 túneles. Descubrí que tengo que pegarme mucho a mi izquierda en un tunel, porque no es lo mismo un carrito compacto que una van y casi me llevo el espejo, pero no sucedió, eheheheh.

Yo lo vi más así, un poco contaminadón o tal vez era niebla

Del viaje de regreso lo que más me impresionó fueron los árboles. En esta parte de los iunaites son muy marcadas las estaciones, entonces de hecho en el otoño las hojas cambian de color para después en invierno caerse por completo. Y qué bárbaro, había unos rojos, amarillos y naranjas tan intensos, como de película. Me encantó en naranja, se veía tan padre y hasta brillaba y toda la carretera cubierta de árboles multicolores. Lástima que no llevaba cámara, pero fue genial, fue algo impresionante y cautivador.


Priceless

También de regreso pasamos a una juguetería, porque Martín tenía que comprarle algo a sus niñas y no pude resistir la tentación de comprarme a Elmo tickles... es MA-RA-VI-LLO-SO. Puedo pasar horas y horas tocándole su pancita y no cansándome de oirlo reír y verlo como se arrastra, patalea y se para, lo adoro... aunque me voy a tener que separar de él, para regalárselo a mi primito, lágrima. Mañana salgo rumbo a México, dos semanss en Cd. del Carmen, por fin tacos, familia, México... Espero que no haga mucho calor en Carmen, pero también lo disfrutaría mucho, porque las cosas ya se están poniendo frías aquí. Espero no perderme en el JFK y que de Newark pueda agarrar el Shuttle sin problemas y que no me la hagan de tos en la aduana. Ya veremos... Zassssss...


Lo adoroooooooooo

Ahhh y no me subí al punte, que siempre no... ufff