Después de una muy rutinaria semana en el "trabajo"-en realidad una semana en la compu leyendo blogs, haciendo crucigramas, durmiendo un poquito y chismoseando-, por fin llegó el fin de semana que ofrecía diversión y descanso necesario para poder de nuevo entrar al inicio de otra semana tediosa.
Pues bueno, que el sábado nos lanzamos a Taxco y la verdad qué padre lugar. Unos paisajes muy lindos, la gente demasiado amable -hasta daba desconfianza-, el clima rico, mucha plata, callesitas empedradas -y por callesitas, me refiero a mini calles donde o pasa el auto o pasa el peatón, un poco peligroso-.
Caminamos bastante, aunque mañosones nosotros, sólo medio bajábamos las distancias para no tener que subir las empinadas avenidas. Jajaja...
La iglesia de Santa Prisca como una pequeña Santo Domingo... Con baño de oro en sus altares o no sé cómo se podrían decir... Y todo eso mandado a hacer p0r una sola persona para que su nenenene pudiera ser sacerdote en un lugar "nice". Chale... cuánto dinero!!
Y creo que fue tan divertido que parte de mi subconsciente todavía no lo puede asimilar porque ya no recuerdo más detalles que comentar. Eso, o el alemán vaya que anda suelto...
Bueno, el punto es que me gustó mucho el fin de semana, aunque sólo sea el sábado, pues el domingo fue un memorable día para dormir, ver la tele y no pararse del sillón.
Y como esta cosa tarda mucho en subir las imágenes, pues lo haré en otro tiempo... ya me desesperó, pufffff...
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