Si hay una cosa que odio en este desdichado mundo es andar de moquienta, con los ojos llorosos, con dolor de cabeza y ganas de estordundar a cada instante.
Y es que es tan feo que a parte de que uno se tenga que martirizar la nariz sonándosela a cada instante, las personas que están alrededor se te quedan viendo como bicho raro y hasta ni te saludan porque tienen miedo de contagiarse -uno no tiene la culpa de sus pobres defensas-.
Y lo que odio infinitamente más que la gripe misma, es que te de en tiempo de calorsito porque uno sea asa por dentro y también por fuera!
Afortunadamente ahorita está lloviendo y está haciendo fresco. Así que por ahora no se aplica más sufrimiento al que hasta este momento tengo.
Sin embargo, detesto que no voy a poder ir a casita a descansar como la enfermedad manda, porque tengo la maratónica sesión de pruebas y se me hace que voy a ir saliendo como a las 10 de la noche del instituto.
Así que lo único que me queda es seguir sonándome mi adolorida naricita y aguantar las miradas extrañas de personas que temen hasta dirigirme el habla por miedo de ser próximos gripientos.
No me importa... seré mala y no me taparé al estornudar para que mis gérmenes se rieguen por todos los lugares y hayan muchos enfermos como yo que tengan que sufrir mientras trabajan. Muajajajajaja -insertar risa malévola aquí-.
Y es que es tan feo que a parte de que uno se tenga que martirizar la nariz sonándosela a cada instante, las personas que están alrededor se te quedan viendo como bicho raro y hasta ni te saludan porque tienen miedo de contagiarse -uno no tiene la culpa de sus pobres defensas-.
Y lo que odio infinitamente más que la gripe misma, es que te de en tiempo de calorsito porque uno sea asa por dentro y también por fuera!
Afortunadamente ahorita está lloviendo y está haciendo fresco. Así que por ahora no se aplica más sufrimiento al que hasta este momento tengo.
Sin embargo, detesto que no voy a poder ir a casita a descansar como la enfermedad manda, porque tengo la maratónica sesión de pruebas y se me hace que voy a ir saliendo como a las 10 de la noche del instituto.
Así que lo único que me queda es seguir sonándome mi adolorida naricita y aguantar las miradas extrañas de personas que temen hasta dirigirme el habla por miedo de ser próximos gripientos.
No me importa... seré mala y no me taparé al estornudar para que mis gérmenes se rieguen por todos los lugares y hayan muchos enfermos como yo que tengan que sufrir mientras trabajan. Muajajajajaja -insertar risa malévola aquí-.
1 comentario:
!Sí, a esparcir mocos por toda la ciudad! ¡Yeah!
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